CONCRETERAS Las fábricas producen daños a la salud, el ambiente y afectan la movilidad
La balanza se inclina contra los silosCaracas sufre las consecuencias de la instalación indiscriminada de plantasmezcladoras
EMILY AVENDAÑO
eavendano@el-nacional.com
La instalación de plantas procesadoras de concreto en zonas urbanas cumple un patrón: se establecen sin los permisos necesarios que deben otorgar las alcaldías respectivas, no presentan a las comunidades los resultados de los estudios de impacto ambiental y sociocultural ordenados por la Constitución Nacional, pero levantan sus silos en tiempo récord.
Los vecinos no son consultados en ninguna fase de ese proceso, aunque son los primeros en sentir sus consecuencias, sea por el ruido, las luces encendidas durante toda la noche o porque al cabo de un tiempo empiezan a padecer enfermedades respiratorias o de la piel.
La finalidad de las concreteras es cumplir con la meta de la Gran Misión Vivienda, que este año se propone la edificación de 350.000 apartamentos. "Nadie está en contra de la vivienda, lo que debemos rechazar es que se construya una ciudad de cualquier manera. Rechazamos la forma maquiavélica en que se implementa: no importan los medios si el fin es bueno; y se chantajea al ciudadano diciéndole que no proteste porque la vivienda es buena", afirma Fernando Castro, presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo Urbano e Infraestructura de Fedecámaras.
Su presencia también se siente en el desarrollo urbanístico de la ciudad y en el tráfico, y, en el caso de la que está ubicada en base aérea Francisco de Miranda, todos se preguntan si cumplirán la promesa presidencial de desarrollar ahí un parque 100% verde.
eavendano@el-nacional.com
La instalación de plantas procesadoras de concreto en zonas urbanas cumple un patrón: se establecen sin los permisos necesarios que deben otorgar las alcaldías respectivas, no presentan a las comunidades los resultados de los estudios de impacto ambiental y sociocultural ordenados por la Constitución Nacional, pero levantan sus silos en tiempo récord.
Los vecinos no son consultados en ninguna fase de ese proceso, aunque son los primeros en sentir sus consecuencias, sea por el ruido, las luces encendidas durante toda la noche o porque al cabo de un tiempo empiezan a padecer enfermedades respiratorias o de la piel.
La finalidad de las concreteras es cumplir con la meta de la Gran Misión Vivienda, que este año se propone la edificación de 350.000 apartamentos. "Nadie está en contra de la vivienda, lo que debemos rechazar es que se construya una ciudad de cualquier manera. Rechazamos la forma maquiavélica en que se implementa: no importan los medios si el fin es bueno; y se chantajea al ciudadano diciéndole que no proteste porque la vivienda es buena", afirma Fernando Castro, presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo Urbano e Infraestructura de Fedecámaras.
Su presencia también se siente en el desarrollo urbanístico de la ciudad y en el tráfico, y, en el caso de la que está ubicada en base aérea Francisco de Miranda, todos se preguntan si cumplirán la promesa presidencial de desarrollar ahí un parque 100% verde.
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