Simbolizando la posibilidad de la muerte, certera siempre, pero aún más cuando se crean las condiciones para que ésta ocurra, un nutrido grupo de vecinos de los edificios ubicados en la avenida Río de Janeiro, protesta en este momento con cajas que simulan urnas, en contra de la contra de la concretera que tienen enfrente.
"Estamos entregando panfletos y la gente toca corneta en aprobación a nuestra protesta" dijo Iraís Gruber, una de las vecinas que se encuentra en la marcha. Un grupo de jóvenes pintó un cartel que colgaron del balcón de uno de los apartamentos, mientras los manifestantes gritaban consignas "Las concreteras son tóxicas, contaminan y enferman, con la salud no se juega", afirmaron, con las urnas en sus manos.
Una vecina, enferma, y que habita en el edificio Taguapire, bajó a la calle a manifestar también. "No la concretera, porque nos mata" afirmó.
La protesta comenzó a las 9 y media de la mañana, y a las 11 aún se mantenía.
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