EL NACIONAL - JUEVES 17 DE MAYO DE 2012
CARACAS/2
Caracas
CONTAMINACIÓN
524 alumnos de primaria deberán reincorporarse hoy a las aulas
Fisura en concretera obligó a suspender clases en plantel de la avenida LecunaEn la Escuela Nacional Bicentenario Republicano estuvieron afectados dos días por unanube de polvo
EMILY AVENDAÑO
eavendano@el-nacional.com
Una nube de polvo cubrió por dos días las instalaciones de la Escuela Nacional Bicentenario Republicano, en la avenida Lecuna, en San Agustín. Luisa Martínez recuerda que el lunes, cuando fue a llevar a su representada al plantel, el cielo estaba oscuro.
"Hubo una fisura en uno de los silos de la planta procesadora de concreto que funciona detrás de la institución, y el colegio y sus alrededores se cubrieron con el polvillo negro de cemento", dijo.
La situación obligó a suspender clases lunes y martes.
Docentes y representantes temían por la salud de los 524 alumnos de primaria. No fue sino hasta ayer que la comunidad escolar observó que unos hombres soldaban el silo y a partir de hoy reanudarán las actividades.
Aura Sánchez, subdirectora de primaria de la Escuela Nacional Bicentenario Republicano, afirma que se han reportado múltiples casos de alumnos que han debido faltar a clases por enfermedades respiratorias ocasionadas por el polvo de cemento de la fábrica. También se han producido afecciones en la vista y en la piel. La concretera funciona en el lugar desde hace tres meses.
Seguridad y propuestas. El impacto de la instalación de las concreteras podría controlarse si se aplican ciertas medidas de seguridad. "Hay muchas tecnologías para atrapar las partículas de cemento. Las más usadas son los filtros, que evitan que el polvillo llegue al ambiente. Los cauchos de los camiones también deben ser lavados antes de salir de la fábrica. Eso se hace mediante bateas colocadas en el suelo llenas de agua. Hay medidas especiales para que los vehículos no liberen material mientras lo trasladan. Los problemas ocurren cuando no se cumplen las adecuaciones técnicas", explicó Evelyn Pallotta, directora de Ambiente de la Gobernación de Miranda.
Para aminorar los efectos de la concretera en la escuela, Sánchez se ha reunido con representantes de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales. Acordaron que un camión cisterna regaría la calle tres veces al día para controlar el polvo y que se instalarán filtros que controlen la emisión de partículas de concreto en el ambiente. "El camión pasa esporádicamente, pero no sabemos si instalaron los filtros", aseveró.
Ayer, un vocero de la oficina presidencial iba a reunirse con los docentes y representantes del colegio a las 11:00 am, pero no asistió.
La propuesta de la escuela es que muden la planta procesadora a otro lugar o que regulen los horarios, de modo que la institución atienda a los estudiantes medio día y la planta funcione el medio día restante, cuando los alumnos se hayan retirado.
La escuela atiende a alumnos de entre 3 y 12 años de edad, desde las 7:00 am hasta las 3:00 pm.
A los padres también les preocupa que la cocina de la institución así como varias aulas estén frente a la procesadora.
"Las ventanas no cierran muy bien y si pasas el dedo por los pupitres, siempre están cubiertos de polvo", sostuvo José Luis Mendoza.
El Nacional intentó contactar a la Oficina Presidencial, pero no hubo respuesta.
Fisura en concretera obligó a suspender clases en plantel de la avenida LecunaEn la Escuela Nacional Bicentenario Republicano estuvieron afectados dos días por unanube de polvo
EMILY AVENDAÑO
eavendano@el-nacional.com
Una nube de polvo cubrió por dos días las instalaciones de la Escuela Nacional Bicentenario Republicano, en la avenida Lecuna, en San Agustín. Luisa Martínez recuerda que el lunes, cuando fue a llevar a su representada al plantel, el cielo estaba oscuro.
"Hubo una fisura en uno de los silos de la planta procesadora de concreto que funciona detrás de la institución, y el colegio y sus alrededores se cubrieron con el polvillo negro de cemento", dijo.
La situación obligó a suspender clases lunes y martes.
Docentes y representantes temían por la salud de los 524 alumnos de primaria. No fue sino hasta ayer que la comunidad escolar observó que unos hombres soldaban el silo y a partir de hoy reanudarán las actividades.
Aura Sánchez, subdirectora de primaria de la Escuela Nacional Bicentenario Republicano, afirma que se han reportado múltiples casos de alumnos que han debido faltar a clases por enfermedades respiratorias ocasionadas por el polvo de cemento de la fábrica. También se han producido afecciones en la vista y en la piel. La concretera funciona en el lugar desde hace tres meses.
Seguridad y propuestas. El impacto de la instalación de las concreteras podría controlarse si se aplican ciertas medidas de seguridad. "Hay muchas tecnologías para atrapar las partículas de cemento. Las más usadas son los filtros, que evitan que el polvillo llegue al ambiente. Los cauchos de los camiones también deben ser lavados antes de salir de la fábrica. Eso se hace mediante bateas colocadas en el suelo llenas de agua. Hay medidas especiales para que los vehículos no liberen material mientras lo trasladan. Los problemas ocurren cuando no se cumplen las adecuaciones técnicas", explicó Evelyn Pallotta, directora de Ambiente de la Gobernación de Miranda.
Para aminorar los efectos de la concretera en la escuela, Sánchez se ha reunido con representantes de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales. Acordaron que un camión cisterna regaría la calle tres veces al día para controlar el polvo y que se instalarán filtros que controlen la emisión de partículas de concreto en el ambiente. "El camión pasa esporádicamente, pero no sabemos si instalaron los filtros", aseveró.
Ayer, un vocero de la oficina presidencial iba a reunirse con los docentes y representantes del colegio a las 11:00 am, pero no asistió.
La propuesta de la escuela es que muden la planta procesadora a otro lugar o que regulen los horarios, de modo que la institución atienda a los estudiantes medio día y la planta funcione el medio día restante, cuando los alumnos se hayan retirado.
La escuela atiende a alumnos de entre 3 y 12 años de edad, desde las 7:00 am hasta las 3:00 pm.
A los padres también les preocupa que la cocina de la institución así como varias aulas estén frente a la procesadora.
"Las ventanas no cierran muy bien y si pasas el dedo por los pupitres, siempre están cubiertos de polvo", sostuvo José Luis Mendoza.
El Nacional intentó contactar a la Oficina Presidencial, pero no hubo respuesta.
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