martes, 17 de abril de 2012

La concretera, un tema de interés público

Hoy los periódicos se ocupan del tema de las concreteras. Destacan tanto la protesta de los damnificados de La Rinconada, como la realidad que enfrentan los vecinos de Chuao.
Beatriz Cruz, periodista que cubre la fuente Baruta en el diario El Universal, escribe


En La Carlota hay de todo menos un parque verde

Obreros trabajan durante la noche para instalar la concretera

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En el terreno ya se instalaron seis silos. Se procesarán cuatro mil metros cúbicos diarios de cemento VENANCIO ALCÁZARES
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BEATRIZ CRUZ SALAZAR |  EL UNIVERSAL
martes 17 de abril de 2012  12:00 AM
Son 108 hectáreas convertidas en la cenicienta, el patio trasero del gobierno, en la chivera. En los terrenos de La Carlota se han ejecutado numerosos proyectos, pero el parque que prometió Hugo Chávez, en el año 2001, aún no termina de concretarse. 

Ante la mirada de los vecinos, el Gobierno Nacional levanta desde hace un poco más de un mes, una planta procesadora de concreto. Ni siquiera las horas de sueño son respetadas. 

"Cada vez que prenden los reflectores pareciera que fuese de día, tengo doble cortina y aún así, se ilumina todo el cuarto", cuenta Maritza Guzmán, quien reside en la avenida Río de Janeiro, justo frente a la obra. 

Aunque la planta concretera no se ha puesto en marcha, los habitantes de las cercanías ya se quejan de las grandes cantidades de polvo que ingresan a los apartamentos y generan alergias. 

Pero los verdaderos riesgos para la salud están por verse, advierte Harold Cova, representante del consejo comunal de Chuao. Se calcula que en dos o tres semana se puede poner en marcha la concretera, y con ello pueden llegar numerosas enfermedades respiratorias a la comunidad. 

"Puede generar enfermedades leves como conjuntivitis o asma, pero a mediano y largo plazo las personas que están expuestas pueden desarrollar enfisema pulmonar o cáncer. Estamos hablando de cuatro mil metros cúbicos de cemento que se procesarán a diario", detalla Cova. 

Lo que se inició como una intervención puntual en La Carlota, se ha ido extendiendo. El perímetro en el que la Misión Hábitat pretendió construir viviendas ha sido prácticamente intervenido en su totalidad. 

"Cada vez hay más movimiento, no sabemos a dónde va a parar toda esta intervención. Lo que sí tenemos claro es que detrás de esto hay un proyecto, no se trata de algo improvisado", dice Luis Badolato, miembro de Asochuao. 

Para Badolato, cada vez está más lejana la posibilidad de tener un parque verde en los terrenos de la base aérea. En el lugar funcionan, además de la nueva concretera, distintas dependencias militares, un centro de ensamblaje de celulares y computadoras, y hangares. También quedan algunas familias damnificadas. 

Los vecinos están dispuestos a dar la pelea para evitar que se siga desvaneciendo la posibilidad de tener un parque verde en estos terrenos. Cova señala que la lucha no será sencilla. "Esa planta se colocó allí para cumplir una meta política del presidente, para seguir haciendo viviendas y será difícil pelear contra eso, pero igual tomaremos acciones", afirma. 

Maolis Castro, reportera de El Nacional recoge lo ocurrido en su artículo

Rechazan instalación de cementera en La Rinconada
07:36 am 17-Abr de 2012|Maolis Castro
Las familias del refugio 4 de Febrero protestaron contra la contaminación de la fábrica
Instalación de planta cementera en el Hipódromo La Rinconada
Instalación de planta cementera en el Hipódromo La Rinconada | Ernesto Morgado
Esta vez la principal petición no fueron las viviendas. Las familias del refugio 4 de Febrero, en La Rinconada, protestaron ayer en la mañana en contra de la construcción de una cementera. "Desde hace mes y medio empezaron a construir una cementera detrás del refugio, lo cual ha ocasionado que muchos niños sufran enfermedades respiratorias. Nosotros queremos que nos ubiquen en viviendas dignas de una vez, pues llevamos más de un año en este sitio y no nos han dado respuestas", explicaron damnificados que rogaron no ser identificados por miedo a represalias.

En el albergue, cercano a la estación del Metro La Rinconada, se encuentran 39 familias desde mediados de 2010.

Pidieron, igualmente, que adjudiquen viviendas en Ciudad Tiuna o Montalbán. "No queremos salir de aquí para otro refugio, sino para nuestras casas. Somos personas provenientes de El Valle, Coche, Antímano y otros barrios de Caracas. Por eso nos gustaría irnos a sitios dentro de la ciudad", dijo una mujer alojada en 4-F.

La angustia por la construcción también se extiende al colegio Fe y Alegría, en el sector. Denis González, padre de un estudiante de 8 años de edad, considera que el plantel podría ser perjudicado. "Son delicadas estas instalaciones cerca de zonas en las cuales hay niños, pues ocasionan contaminación ambiental.

Deberían consultar a la comunidad. También allí está un CDI (Centro de Diagnóstico Integral)", indicó.

La nueva construcción está rodeada de tres refugios, el hipódromo, las viviendas de Ciudad Tiuna y la estación del Metro La Rinconada. "Nada más céntrico que esto. Con el aire pueden llegar las partículas generadas en el lugar y afectar a la gente", insistió Mónica Páez, hermana de otro estudiante del colegio.

Contaminantes
Cristina Vaamonde, directora de Una Montaña de Gente, advirtió que los efectos más graves pudieran presentarse en la salud de los vecinos. "Son fábricas que no pueden operar en zonas residenciales. La dispersión de partículas provenientes de la cementera podría generar irritación en las vías respiratorias y enfermedades a largo plazo como cáncer, además de incidir en la contaminación atmosférica", señaló.

Vaamonde se apoya en la Constitución Nacional, específicamente en los artículos 127 y 129, que establecen el derecho a que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación. Asegura, sin embargo, que no se están cumpliendo y toma como ejemplos la instalación de concreteras en Santa Eduvigis y La Carlota.

La concretera de la empresa brasileña Odebrecht, en Santa Eduvigis, es la más antigua.

Empezó como algo pequeño y ahora es una gran industria que surte de materiales a las obras del Metro. "Los vecinos tienen aproximadamente 20 años luchando por su eliminación, pues temen ser afectados por el polvo de sílice que sale del lugar", explicó.

El descontento de las comunidades se volvió a vivir en marzo. La instalación de la planta de concreto en el parque Simón Bolívar, en La Carlota, irritó a los vecinos. "Se hizo sin consulta. No se consideró la prohibición de construcciones de corte industrial en zonas residenciales. Las organizaciones ambientalistas hemos advertido sobre los efectos de estas plantas. Sólo esperamos una respuesta del Ministerio de Ambiente", concluyó Vaamonde.

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