Vecinos se organizan contra plantas de cemento
En cuatro zonas se han instalado concreteras que operan 24 horas
Decenas de camiones se llenan a diario en la planta de concreto instalada por la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales en Santa Mónica OSWER DÍAZ
Contenido relacionado
BEATRIZ CRUZ SALAZAR | EL UNIVERSAL
viernes 27 de abril de 2012 12:00 AM
La emergencia de viviendas ha dado paso a la instalación de una serie de plantas de concreto a lo largo de toda la ciudad. Las consecuencias ya las están sintiendo los vecinos. Contaminación ambiental y sónica las 24 horas del día, además del paso constante de carga pesada, afectan la calidad de vida de varias comunidades.
En La Carlota, Santa Eduvigis, Juan Pablo II y Santa Mónica los habitantes se han organizado para demostrar su rechazo a la colocación de estas estructuras. La lucha no es fácil, tomando en cuenta que los vecinos de Santa Eduvigis tienen tres años intentando reubicar la concretera que instaló Odebrecht en el Parque Miranda. Sin embargo, no piensan quedarse de brazos cruzados.
En la avenida Intervecinal Santa Mónica-Cumbres de Curumo se están levantando 840 apartamentos para damnificados. Wilter Ochoa, vecino del sector, asegura que no está en contra de la construcción de viviendas, sin embargo reclama que las obras se están realizando sin medir los efectos colaterales que generan a los residentes del sector.
"Aquí trabajan los siete días de la semana, las 24 horas del día. En la madrugada no paran y el ruido de los camiones no deja dormir a la gente. Además esta vía es muy limitada, tiene apenas dos canales, y tememos que en cualquier momento ocurra un accidente con las unidades de carga pesada", señala Ochoa.
Italia Bevilacqua tiene en su teléfono la demostración de los efectos de la concretera. Con la cámara ha captado imágenes de las nubes de polvo que emanan de la planta. Además, posee videos que demuestran el ruido generado a altas horas de la noche. "En algún momento alguien nos escuchará, lo que sucede aquí es ilegal", dice.
Daniela Sardi, arquitecta y vecina de Santa Mónica, apunta que el cemento que se está produciendo en el lugar no se está utilizando para construir los edificios que van en ese lote de terreno. "Uno ve los camiones que entran y salen, pero salen con dirección a Fuerte Tiuna, ese cemento es para usarlo en otra obra", advierte.
Sardi, quien ha apoyado a los vecinos de Santa Eduvigis en la lucha contra la concretera, explica que antes de instalar este tipo de estructuras las empresas deben realizar un estudio de impacto ambiental.
Detalla que en la Constitución y Ley Orgánica de Ambiente se establece la necesidad de realizar ese estudio para así aprobar su instalación.
La especialista agrega que en el caso de Santa Eduvigis y Santa Mónica se irrespetan las ordenanzas que establecen los usos de acuerdo con la zonificación. La concretera de Santa Eduvigis se instaló en un parque, violando lo establecido en los reglamentos, mientras que en Santa Mónica, la zona intervenida está clasificada como área residencial y verde.
De acuerdo con ese argumento, el uso que le está dando al terreno la Oficina Presidencial de Proyectos Especiales, encargada del proyecto y de la planta, no es conforme con lo establecido en la normativa.
Los vecinos de Juan Pablo II también cuestionan el establecimiento de una planta de concreto en esa urbanización. "No es solo la concretera, es el abuso de la contratista que no para en todo el día de trabajar, son los cierres de calles y los ruidos molestos, es una situación insostenible", dice Armando Arratia, vecino del sector.
Ante la proliferación de plantas de este tipo, los vecinos de Chuao decidieron extender sus acciones a otras urbanizaciones de Caracas. Sandra Carrillo, representante de Asochuao, explica que crearon en la red (Yahoo) el grupo Comité de Defensa Vecinal Salud y Vida. También tienen una página en Facebook y un blog: http://fueraconcretera.blogspot.com.
"La intención es orientar a los vecinos sobre los efectos que generan en la salud las concreteras. Más allá de la protesta queremos hacer una labor informativa, porque son muchas comunidades las que se están viendo amenazadas por esta situación", comenta Carrillo.
bcruz@eluniversal.com
En La Carlota, Santa Eduvigis, Juan Pablo II y Santa Mónica los habitantes se han organizado para demostrar su rechazo a la colocación de estas estructuras. La lucha no es fácil, tomando en cuenta que los vecinos de Santa Eduvigis tienen tres años intentando reubicar la concretera que instaló Odebrecht en el Parque Miranda. Sin embargo, no piensan quedarse de brazos cruzados.
En la avenida Intervecinal Santa Mónica-Cumbres de Curumo se están levantando 840 apartamentos para damnificados. Wilter Ochoa, vecino del sector, asegura que no está en contra de la construcción de viviendas, sin embargo reclama que las obras se están realizando sin medir los efectos colaterales que generan a los residentes del sector.
"Aquí trabajan los siete días de la semana, las 24 horas del día. En la madrugada no paran y el ruido de los camiones no deja dormir a la gente. Además esta vía es muy limitada, tiene apenas dos canales, y tememos que en cualquier momento ocurra un accidente con las unidades de carga pesada", señala Ochoa.
Italia Bevilacqua tiene en su teléfono la demostración de los efectos de la concretera. Con la cámara ha captado imágenes de las nubes de polvo que emanan de la planta. Además, posee videos que demuestran el ruido generado a altas horas de la noche. "En algún momento alguien nos escuchará, lo que sucede aquí es ilegal", dice.
Daniela Sardi, arquitecta y vecina de Santa Mónica, apunta que el cemento que se está produciendo en el lugar no se está utilizando para construir los edificios que van en ese lote de terreno. "Uno ve los camiones que entran y salen, pero salen con dirección a Fuerte Tiuna, ese cemento es para usarlo en otra obra", advierte.
Sardi, quien ha apoyado a los vecinos de Santa Eduvigis en la lucha contra la concretera, explica que antes de instalar este tipo de estructuras las empresas deben realizar un estudio de impacto ambiental.
Detalla que en la Constitución y Ley Orgánica de Ambiente se establece la necesidad de realizar ese estudio para así aprobar su instalación.
La especialista agrega que en el caso de Santa Eduvigis y Santa Mónica se irrespetan las ordenanzas que establecen los usos de acuerdo con la zonificación. La concretera de Santa Eduvigis se instaló en un parque, violando lo establecido en los reglamentos, mientras que en Santa Mónica, la zona intervenida está clasificada como área residencial y verde.
De acuerdo con ese argumento, el uso que le está dando al terreno la Oficina Presidencial de Proyectos Especiales, encargada del proyecto y de la planta, no es conforme con lo establecido en la normativa.
Los vecinos de Juan Pablo II también cuestionan el establecimiento de una planta de concreto en esa urbanización. "No es solo la concretera, es el abuso de la contratista que no para en todo el día de trabajar, son los cierres de calles y los ruidos molestos, es una situación insostenible", dice Armando Arratia, vecino del sector.
Ante la proliferación de plantas de este tipo, los vecinos de Chuao decidieron extender sus acciones a otras urbanizaciones de Caracas. Sandra Carrillo, representante de Asochuao, explica que crearon en la red (Yahoo) el grupo Comité de Defensa Vecinal Salud y Vida. También tienen una página en Facebook y un blog: http://fueraconcretera.blogspot.com.
"La intención es orientar a los vecinos sobre los efectos que generan en la salud las concreteras. Más allá de la protesta queremos hacer una labor informativa, porque son muchas comunidades las que se están viendo amenazadas por esta situación", comenta Carrillo.
bcruz@eluniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario